Aparentemente existen miles de razones para experimentar aburrimiento durante el acto sexual, y sin ánimos de responsabilizar al entorno y mucho menos a la pareja que acompaña el momento, tendríamos que repasar cuándo y cómo es que te sientes invadida por el aburrimiento en plena actividad sexual. Por supuesto, vivir esto esporádicamente no supone un problema, pero dejar las cosas así solo nos lleva a un nivel de deterioro tal que termina por aniquilar el deseo sexual.
El escenario más obvio sería que la actuación de tu pareja te resulte parca, torpe, de poco interés, o francamente saboteadora del placer; en este caso nada mejor que espabilarse, y comenzar a sugerir cambios ofreciéndole al otro un feedback valioso acerca de lo que sí nos gusta y entretiene. Esta acción resulta favorable para ambos, porque si el otro está cargando con la responsabilidad de jugar por los dos, y en el mejor de sus esfuerzos no logra llamar –o mantener– tu atención, mejor replantear el escenario para evitarle al poco rato mayores frustraciones.
Otra movida útil para muchas es centrar la atención en tu cuerpo y el complejo patrón de sensaciones que experimentas; desmenuza el instante tratando de recrear en tu mente cómo ha cambiado tu temperatura, las variaciones en el ritmo cardíaco, la hipersensibilidad que se genera en la piel, etc. Y para esto quizás puede servirte tener a mano un espejo donde puedas invertir tiempo y avivar tus fantasías mientras observas el cuerpo de ambos, en plena acción erótica.
El efecto contrario lo obtienes encendiendo el televisor o prestando atención al sonido de la calle, o, peor aún, volcando la atención a las notificaciones de tu teléfono; con esto solo generas interferencia en la relación cuerpo-mente erótica, y puedes disparar angustias y preocupaciones por no atender el repique, mensaje o aviso de alguna App.
Para otras mujeres puede resultar ventajoso tomar las riendas del asunto dirigiendo a viva a voz la escena íntima; este ejercicio de pensar y comunicar verbalmente tus caprichos eróticos puede resultar efectivo para alcanzar el placer, siempre y cuando pidas lo que realmente quieres. Y también puede aumentar el nivel de excitación sexual en tu pareja; porque para muchos “hablar sucio” en la cama, o lo que es igual a utilizar lenguaje sexualmente explícito, es el toque extra que estaban esperando.
Finalmente, así como te sugiero algunas ideas para resolver, a continuación repaso lo que NO deberías hacer (o continuar haciendo) cuando te ataque el aburrimiento:
-Animarte con bebidas alcohólicas.
-Presionar a tu pareja para que termine mas rápido.
-Imaginar emergencias para abandonar la escena.
-Quedarte callada.
-Creer que es normal y que debes acostumbrarte.
Y ¡nunca jamás! le mientas a tu pareja acerca de tu estado de ánimo durante el encuentro erótico cuando las cosas no resulten divertidas; porque, muy seguramente crea que debe repetir siempre esa pauta, porque resulta que a “ti te encanta”…
Por: @Amorantunez
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